-Limpieza de Cabezal
Todas las impresoras de inyección de tinta tienen un procedimiento llamado limpieza de cabezal, con el cual la impresora, con una cantidad de tinta considerable, que ayudará a eliminar cualquier obstrucción que tenga el cabezal e impedimentos a salir correctamente el chorro de tinta.
Este
procedimiento solo debe hacerlo cuando sea necesario, ya que los niveles de
tinta suelen bajar repentinamente al realizarlo.
Teniendo
en cuenta que el principal “enemigo” del cartucho es el cabezal (por el hecho
de estar junto a él) no es de extrañar que el cabezal sea quien daña el
cartucho la mayoría de los casos. El calor que desprende el cabezal al cartucho
para imprimir es lo que lo daña. Por ello es recomendable imprimir poco a poco.
Por ejemplo, imaginemos que tenemos que imprimir un trabajo de unas 50 páginas.
Lo adecuado sería imprimirlo, por ejemplo, en dos veces, dejando un descanso
entre bloque y bloque de unos 15 minutos.
Conseguiremos mejor calidad de
impresión y mayor durabilidad de los cartuchos.
-No exponer el cartucho a temperaturas extremas
Lo
más recomendable es dejar el cartucho a temperatura ambiente, ya que los
componentes de la tinta, en cualquier extremo de la temperatura, pueden
alterarse.
Si
la temperatura fuera muy alta, el componente que seca la tinta se dañaría y terminaría
por secar la esponja por completo.
Si
la temperatura, al contrario, es muy baja, la tinta pasará a un estado viscoso y
en el momento de imprimir obstruirá el cabezal de impresión, hasta dejar inservible el cabezal.
·Reemplazo de Cabezal (incorporado en impresora):
-No dejar el cabezal al aire libre
Los
cabezales están hechos de un material que se oxida con facilidad. Lo adecuado, (aunque
no es recomendable quitar el cartucho una vez que ya está instalado) si tenemos
que quitar nuestro cartucho durante un determinado tiempo, es que lo guardemos
en un sitio seguro, envuelto en papel y sin que toque el cabezal.
·Cartucho con Cabezal incorporado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario